21 de febr. 2016

Emilia y Mauricio (3): Historial editorial

Decía en el anterior post que, en su anterior forma y bajo el nombre de La Parejita, las aventuras de Emilia y Mauricio han sido recopiladas en multitud de formatos y modelos de distribución. A la vista de los nuevos tomos hay quien me ha preguntado: ¿qué pasa con todo el material anterior? Intento explicar aquí un poco este lío.
De entrada, aclarar que el viejo material de La Parejita, mientras pueda evitarlo, no se va a reeditar. Por lo menos el viejo-viejo, el anterior, así resumiendo, a la llegada de Óscar. 

Por varios motivos: el primero, que no me gusta o, por lo menos, no me gusta lo bastante. Ni gráficamente ni, muchas veces, en su (digamos) registro humorístico más estridente de lo estrictamente necesario. El segundo motivo, que se desprende directamente del primero, es que ha quedado todo muy antiguo, en algunos casos incluso rancio. Todo, no solo los guiños tecnológicos. El tercero, más importante si cabe, es que reimprimir esto es prácticamente imposible: muchos originales han sido vendidos, perdidos y/o regalados, y reproducir a partir del material ya impreso, generalmente en mal papel y de cualquier manera, es impensable. 

Y el cuarto motivo: porque es difícil decidir si la reedición es conveniente cuando, ya de entrada, es bastante complicado saber cuántos ejemplares de estos libros se han vendido o incluso cuántos quedan aún disponibles.

Me explico a continuación, aunque aviso que lo que sigue es un tanto farragoso: quien no tenga ganas de leer puede pasar directamente a un "RESUMO" que he destacado hacia el final (ejem).

El primer recopilatorio de la serie llegó en 1998, tres años después de empezar a publicarse semanalmente en El Jueves. Se llama “La Parejita” sin más, y es el nº 141 de la colección Pendones del Humor. Los siguientes tomos ya pertenecen a la colección Nuevos Pendones del humor: “Te amo... ¿puedes bajar la basura?” (nº 2, año 2000), “La felicidad (y otras cosas que pueden suceder en un sofá)” (nº 18, 2002), “Pegamento pasión” (nº 36, 2003) y “Hacen el amor para sus fans” (nº 50, 2004).

Hablando un poco a grosso modo, estos libros se editaban siempre a capricho del editor y nunca a petición del autor. En la redacción, de hecho, se hablaba con normalidad del concepto “premiar al autor” con la edición de un recopilatorio: todo se decidía en el ámbito de un cierto buenrollismo-bussiness. Pero la cuestión, finalmente, es que en esa época no se firmaba contrato alguno, no quedaba claro (ni mucho menos escrito) cuánto se editaba de cada libro, y las ventas había que calcularlas a partir de lo que le pagaban a uno: en las facturas, toda la información que aparecía era la cantidad a cobrar. Para datos más concretos había que pedirlos, lo cual era un poco rollo porque, precisamente, reinaba la confianza editorial: por más raro que suene hoy, así funcionaba el tema y era normal.

En cualquier caso, de esto resulta que hoy sea complicado saber cuántos libros de estos se vendieron, cuantos siguen por ahí vendibles o, simplemente, cuantos de ellos existen sobre la faz de la Tierra. Y, por consiguiente, sea aún más complicado decidir si vale la pena reeditar nada de todo ello, o rehacerlo, o qué.

Con la llegada de RBA, que abdujo a Ediciones El Jueves en 2006, llegan dos novedades, dos: por una parte la firma de un contrato previo al libro. Estos contratos, vistos hoy, tampoco son muy iluminadores ni contienen dato alguno más allá de determinar de quién son los derechos editoriales sobre la obra y el tanto por ciento que el autor cobrará de los ingresos por su venta. Hay que decir que, por lo general, cualquier mejora que se te ocurriera se incluía en el contrato sin problema; en cualquier caso, el tema nos pilló de nuevas a todos.

La otra novedad fue la diversidad de formatos y modelos de distribución, muchos y variados, siempre bajo la divisa de rentabilizar el producto al máximo. Enumero a continuación los que afectaron a La Parejita.

“Cazadores de ofertas” tiene fecha de 2007, tapa dura y la idea, creo que por primera vez en la editorial, de sacarlo del quiosco y llevarlo a las librerías: pertenece a una nueva colección de libros con esas características, la Colección El Jueves. Cuenta la leyenda (e insisto en lo legendario) que el diseño de portada de la colección, con una franja blanca superior con los textos y una ilustración debajo, copia directamente el diseño de las portadas de Astérix: todo ello sería fruto de un paseo del recién llegado personal de márketing por una tienda especializada, donde preguntaron “cómo son los libros que más venden”. Como leyenda urbana no gana a la chica de la curva, pero no está por ello exenta de interés.


Al año siguiente, 2008, llega la “Guía para padres desesperadamente inexpertos”, que tiene su propia historia y se edita fuera de esa colección.

Y más tarde, en 2010, llega “¡Somos padres, no personas!”. Para entonces la Colección El Jueves ha sido cancelada ya, o sea que se subtitula este libro como “Guía para padres desesperadamente inexpertos II” para encuadrarlo en algún lugar y porque, de hecho, viene a rebufo del éxito de aquél.
No habiendo cumplido los libros en tapa dura las previsiones de venta de RBA, estos deciden apostar por nuevos formatos. El primero de ellos es lo que se llamó los libros de venta opcional: de tapa blanda, tamaño reducido y precio mínimo, se vendían en el kiosco de forma (de ahí el nombre) opcional junto a la revista El Jueves de esa semana. No son libros, por lo tanto, que uno pueda comprar sueltos ni en otra parte después de esa distribución puntual, si bien dicha distribución se llegaba a repetir dos y tres veces, la última ya con el producto rebajado de precio.

En ese formato está el libro “Locos y salvajes” (2011). Y en él, por ahondar en el desorden, se recogen las historietas que quedaban por recopilar entre “Cazadores de ofertas” y la “Guía para padres desesperadamente inexpertos”, o sea: las que quedaban anteriores a la llegada de Óscar. Un poco lío, sí.
El formato y su distribución tampoco funcionó como se esperaba, con lo que, si no me equivoco, se cerró la aparición tomos recopilatorios ya definitivamente. 

Hubo, de todas formas, una última tentativa: “Llamar a tu madre, comprar papel de WC, hacer la revolución” (2014) se publica bajo el sello Especial La Parejita/El Jueves y, atención ahí, no es un libro, es una revista. Igual que cuando el Jueves publica un “Extra sexo”, “Extra de Verano” o “Extra lo que sea”, este especial de La Parejita era un Extra más para distribución en kiosco que, por lo tanto, solo se pudo comprar el mes en que se publicó (lo cual me sabe mal porque es uno de mis preferidos del dúo). De hecho, al no tener ni ISBN, no puede ir a librerías de ninguna manera. Ahí sí metí historietas posteriores a “¡Somos padres, no personas!”, aunque, por dar una cierta unidad al producto, escogí las que hacían referencia a la crisis económica y la situación del país, reservando las páginas, digamos, “normales” de La Parejita para una tercera “Guía para padres” que ya no llegó.


Para completar el panorama, recordar también varios refritos que hubo de todo ello: libros de bolsillo que recopilaban viejas historias en tamaño reducido y a blanco y negro, y el coleccionable de RBA Golden Luxury Collection, que en principio tenía que ser un asunto de kiosko pero que luego la editorial distribuyó un poco como quiso y que, aunque está oficialmente fuera de circulación, es fácil verlo aún por tiendas de lance. Este coleccionable de 2007 incluye dos tomos de nuestra Parejita, "Los inicios" y "Desarrollo y reproducción".

RESUMO para quien haya llegado hasta aquí o venga desde el principio por vía directa: el desorden es absoluto. A día de hoy, los dos únicos libros de La Parejita que se pueden pedir con normalidad en una librería son los dos del ciclo “Guía para padres”. Los anteriores a ellos están todos agotados y/o descatalogados. Los posteriores se distribuyen mediante fórmulas que los hacen imposibles de conseguir.

Para Las nuevas aventuras de Emilia y Mauricio mi idea es, en principio, ir alternando el material nuevo con puntuales recuperaciones de, ejem, los viejos tiempos que, como decía al principio, me apetece poner un poco al día. En los dos libros que salen ahora mismo a la venta lo he hecho más que tímidamente (1), puesto que todo el material antiguo, si bien es difícil de encontrar, se vendió lo bastante como para pensar que habrá aún una cantidad significativa de gente que conserve estos libros en su casa. Conforme pase el tiempo sí es posible que vaya recuperando más abiertamente algunos chistes de hace ya varios lustros que creo que valen la pena.

Algunos, bastantes o muchos de esos chistes, pero de ninguna manera todos. La Parejita era una serie que se publicaba en una revista de actualidad semanal, y respondía tanto al contexto de esa revista como al de la mentada actualidad semanal. Su recuperación, entonces, puede tener su interés como producto destinado a coleccionistas o a lectores muy cafeteros, pero como libros de uso común para poner de cara al público no tiene sentido alguno. 

La reconversión de La Parejita en Las nuevas aventuras de Emilia y Mauricio es, de todas formas, un replanteamiento entero de la serie. Tomo decisiones según toca tomarlas pero, para qué engañarnos, no siempre estoy seguro de haber acertado. En todo ello ando aún. Sea como sea, qué lujo supone siempre poder parar un poco, ver dónde estamos y decidir hacia donde queremos ir: solo por esto habrá valido la pena.
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(1):Los de el blog ADLO, en cualquier caso, se han dado cuenta enseguida, como recogen en este post a propósito de una página publicada en Orgullo y Satisfacción.