Este es, estrictamente, el único chiste que queda inédito de toda la cole. Es el chiste de "nevera", o sea, el que guardaban en redacción por si un día me daba una gripe o la informática se ponía rebelde y no me permitía entregar. No se refiere a ningún tema en concreto: de hecho, tenía que ser un chiste publicable en cualquier momento el año.
Al principio de mi colaboración, mi chiste se publicaba integrado a la noticia de portada: esto comportaba que, a veces, se cambiara el tema y se perdiera el chiste, o se aplazara su publicación para otro día. Este, por ejemplo, hablaba de las empresas que reunificaban deuda: apareció otro tema de última hora, la noticia se remontó, se reubicó, y el chiste acabó quedando inédito.
Hay una línea mental indeterminada que te marca cuando el tono de un chiste es para El Jueves o cuando era para Público. Y, al igual que en Público he publicado algún chiste salido directamente de la mesa de redacción de El Jueves (estos de Monteys o de Guille Martínez-Vela, por ejemplo), también he hecho lo propio en dirección contraria. Sin ir más lejos, éste hacía referencia a una agresión sufrida por un periodista en la confusa noche madrileña. Se urdieron luego graves acusaciones y conspiranoias al respecto, aunque al final acabó todo en lo que se dice (campechanamente) una riña de borrachos. Teniendo el chiste ya bastante adelantado, intuí que el tono era más adecuado a El Jueves y allí salió, finalmente, publicado.
Hay que decir que, al cierre de Público, este mismo periodista tuiteó mi chiste de despedida del pasado viernes y, en base a él, dijo que en Público éramos unos nazis y que sin nosotros la sociedad es ahora más sana... ¡pues sí que estamos bien! ¡así se paga toda mi consideración y mis desvelos!
(Quatre acudits amb els que finalitzo l'etapa Público. D'ara en endavant, quí sap quines noves aventures ens esperen...!)