Una historia rara: Emilia y Mauricio trabajaron en publicidad para una marca comercial de esas que hay. Hicieron dos campañas, dos, y no ficharon la tercera por desacuerdos variados, constantes y agotadores que finiquitaron esta relación. Puntualizo: desacuerdos no con la casa anunciante, sino con el intermediario de la editorial que supuestamente me representaba.
De todo ello recupero estos tres curiosos dibujos que, de alguna manera, reflejan el entorno donde viven unos personajes que raras veces hemos visto más allá de su sofá. Pinchando encima se amplían. El primero, veraniego, lo coloreó Carmen Recreo. El color de los otros dos es mío. El del tercero está inacabado: a veces pasa.
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(No s'ha de barrejar el plaer amb el màrketing. Aquesta és la lliçó.)
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