La Mode

Desde que lo compré allá por los primeros ochenta, "El eterno femenino" de La Mode es, sin duda, uno de los discos que más veces habré escuchado a lo largo de mi vida. No sé por qué, pero así ha sido. Lo compré tras leer un texto en Cairo donde se nos invitaba a los lectores a ello (yo hacía todo lo que dijeran en Cairo que había que hacer). Luego vinieron más de treinta años de escuchas en distintas fases de intensidad. Y un día, sin más, firmando libros en GeneraciónX, conocí a Servando, a Isma, libreros que estaban en contacto con los miembros de La Mode, con Mario Gil nada menos (me sé aún la alineación: Fernando Márquez "el Zurdo", Antonio Zancajo, Mario Gil: La Mode). En fin, resumo: hablamos de esto, de aquello, de música, de cómics, da igual. Meses después, un mensajero se presentó en mi casa por sorpresa y me entregó un cartel de la época firmado por los tres componentes: si ha habido un momento en mi vida para abandonarme a la mitomanía ha sido ése.

"Nunca os vi en directo; era de barrio y de pueblo, la combinación ganadora, y aún así formáis parte de muchos de mis momentos (...) Bueno, ahí estáis, en la raíz de todo. Creo que La Mode sería el primer grupo con el que entendí que sugerir es lo más interesante"

Se lo escribí a Mario Gil cuando recibí el cartel, y os ahorro otras conclusiones del mismo nivelazo. Solo apuntar el dato curioso de que, si bien no he sabido jamás qué es lo que me hace volver periódicamente a La Mode, entiendo también que "El eterno femenino" habla precisamente de ello.

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(Una nota privada para todos a los que he llegado a desesperar con el tema: sigo repitiendo los dibujos buscando "el bueno" incluso cuando, como estos, están hechos por puro placer...)